En este espectacular desarrollo construido sobre un terreno de 486 m2, se alzan dos volúmenes que se entrelazan intentando fusionarse de forma respetuosa. Sus dos fachadas, una mirando hacia la calle Lafinur y la otra hacia el Pasaje Tupiza.

Esta obra arquitectónica, que refleja la fusión entre la historia y la modernidad, encarna la belleza de la arquitectura que trasciende el tiempo, fusionando el legado del pasado con la promesa del futuro, y dándole al habitante un espacio de confort y calidad. Nuestro objetivo es darle forma al entorno urbano con sensibilidad y visión arquitectónica, hacer Ciudad pensando en el habitante y siendo conscientes del espacio que intervenimos.